La Rotonda es un edificio de estilo Modernista ubicado en la Avenida del Tibidabo de Barcelona, fue encargado por Salvador Andreu, un promotor de la zona y de la montaña del Tibidabo. La obra del arquitecto Adolfo Ruiz Casamitjana fue inaugurada en 1918 con el nombre de Hotel Metropolitan y hasta la década del 70 fue uno de los hoteles más lujosos de Barcelona.

Historia de La Rotonda

Su pasado más reciente no es tan glorioso. Inexplicablemente fue convertido en hospital para enfermos terminales para luego ser completamente abandonado. Su estado actual, paradójicamente, es el de un enfermo terminal, el Ayuntamiento de Barcelona ha aprobado el proyecto de la promotora Nuñez y Navarro que consiste en derribar el 80% del edificio original y articularlo con un volumen nuevo que contará con 3000 metros cuadrados de oficinas.

Los únicos elementos que quedarán en pie son las fachadas que dan a la Avenida Tibidabo y al Passeig de Sant Gervasi, así como el templete que remata la esquina. La obra nueva y la restauración de la fachada se llevarán a cabo simultáneamente modificando irreversiblemente el carácter original del edificio.

Ahora bien, La Rotonda como edificio emblemático de Barcelona, se incluye en la Ruta del Modernisme y pertenece al Plan Especial del Patrimonio Arquitectónico y Catálogo del distrito 5 (hecho por el propio Ayuntamiento) que dice lo siguiente: “Mantenimiento del volumen original del edificio. Cualquier intervención tenderá a la reducción de cuerpos añadidos a la planta superior”. Si detallamos la imagen de la maqueta se ve claramente que se está violando este principio.

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Aspecto del nuevo volumen

No soy de Barcelona, pero vivo en ella desde hace años y a pesar de haber pasado innumerables veces por delante, no tenía conocimiento de la historia de la Rotonda y creo que es necesario enfatizar que ya no se hacen edificios así, que si viajamos por el mundo no encontraremos nada igual.

Por eso es urgente que efectivamente se realice una intervención, pero respetando su esencia y por ser un elemento fundamental de Barcelona. Estoy de acuerdo con muchos de los vecinos que afirman que si se quiere construir nuevos espacios comerciales que se lleven a cabo en otros solares partiendo de cero y que se restaure La Rotonda volviendo a su volumen original.

Ahora mismo La Rotonda está cubierta de lonas, lo que tristemente indica que esta batalla ha sido perdida y se ha convertido en otra víctima perversa del sistema. Es lamentable que Barcelona haya dejado perder esta  joya arquitectónica, quizás el hecho de tener ya tantas en su haber ha contribuido a que esta derrota no se sienta tanto. Que significa un diamante menos cuando ya tienes miles.

Puedes ver más imágenes antes de su intervención en mi página de Flickr.

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