El Museo Vasa de Estocolmo es el más visitado de toda Escandinavia, con visitas que superan el millón de personas cada año.

De entrada, se trata de un museo dedicado exclusivamente al Buque Vasa, un navío de guerra del siglo XVII que tuvo una historia tan trágica como interesante. Ven a conocer lo que encontrarás en el Museo Vasa.

Breve historia del Museo Vasa

Después de haber zarpado del puerto en su gloriosa inauguración en el año 1628, el buque naufragó de forma casi instantánea en el propio puerto de Estocolmo, ante la mirada incrédula de la muchedumbre que presenciaba aquel gran evento.

Esto sucedió sin haber navegado siquiera en mar abierto y sin haber chocado contra ningún elemento, al mejor estilo del Titanic. El buque presentaba serios errores de construcción y tras su hundimiento, se intentó recuperar en vano sus restos.

Ante la titánica tarea, el Buque Vasa permaneció abandonado y hundido por más de 300 años en el puerto de Estocolmo, a una escasa profundidad de 32 metros.

Una cápsula del tiempo

Un barco hundido genera mucho interés, y más uno de la magnitud del Vasa. En su mismo, representa una cápsula del tiempo y puede desvelar muchas respuestas en torno al por qué de su hundimiento y también a la técnica, estilo de vida y costumbres de una época antigua.

Los 300 años de abandono no responden a una falta de interés en el asunto. Todo lo contrario, recuperar un buque de 69 metros de largo requería de una tecnología adecuada y esta no llegó hasta mediados del siglo XX.

¿Cómo se recuperó?

En 1956 fue localizada la posición exacta del Buque y después de una exhaustiva inspección submarina, se estrechó una colaboración entre la Armada Sueca y la Compañía Naviera Brostroms para efectuar los trabajos de rescate.

La inspección arrojó resultados esperanzadores al comprobarse que la baja salinidad del Mar Báltico había ayudado a preservar la madera del casco. Para poder levantar la enorme nave se ideó crear una especie de “jaula” de cables de acero, con la difícil y riesgosa tarea de horadar el fango por debajo del casco, con el consecuente peligro de que la estructura del barco pudiera ceder y aplastar a los submarinistas.

Luego de esta acción, se procedió a tensar los cables mediante grúas y poco a poco, en un procedimiento que tuvo 18 etapas, el Vasa salió de las profundidades hasta tierra firme.

Posteriormente, comenzó el proceso mas delicado y engorroso: unir las piezas de un gigantesco puzzle. Después de retirar el abundante fango se decidió experimentar con una solución para conservar la madera, que endurecía las células y evitaba que se agrietara.

En un ambiente con una humedad y temperatura controlada, se roció e impregnó la madera con esta solución por un tiempo de ¡nada más y nada menos que 18 años! El proceso de impregnación culminó en 1979.

Del naufragio al Museo Vasa

Al tener la madera perfectamente curada y restaurada, se comenzó a armar el buque. Al final se reconstruyeron las piezas faltantes y se armaron de la misma forma como fuera armado el día de su estreno.

El enorme esfuerzo se vio recompensado en 1990, cuando finalmente se inauguró el Museo Vasa de Estocolmo. Su recuperación contribuyó a destapar las condiciones de vida en los navíos de la época y a responder incógnitas sobre un episodio apasionante en la historia de Suecia. Ahora se entiende por qué es el Museo más visitado de Escandinavia.

Visita al Museo Vasa de Estocolmo

Actualmente, el Museo Vasa es una de las principales atracciones de Estocolmo.

Precio

Adultos: 170 kr (16,50 €)
Menores de 18 años: entrada gratuita.

Horario

  • El Museo Vasa abre de 8.30-18.00 entre el 1 de junio y el 31 de agosto.
  • Del 2 de enero al 31 de mayo y del 1 de septiembre al 30 de diciembre, abre de 10.00-17.00.
  • El 31 de tiene un horario especial de 10.00-15.00. Cierra los días  1 de enero y del 23 al 25 de diciembre.

Recomendaciones

Su conservación continúa hasta el día de hoy y el museo hace grandes esfuerzos para conseguirlo. La iluminación artificial es bastante tenue y la atmósfera que lo rodea es completamente controlada, por eso si quieres hacer buenas fotos recomiendo llevar un trípode.



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Cómo llegar

Metro: Estación Karlaplan
Tranvía:  Número 7
Autobús: Número 44

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